martes, 15 de septiembre de 2009

Un abrazo al Maestro y a la Fundación Benedetti


Quiero rendirle homenaje a ese gran luchador de los derechos de la persona que fue y que seguirá siendo a través de su legado, el Maestro Mario Benedetti.
También festejar la creación de la Fundación Benedetti que se concretó en Montevideo con sus amigos íntimos a la cabeza como Viglietti y Galeano y que procurarán difundir la obra del Maestro, apoyar a jóvenes escritores, aportar becas para perfeccionamiento, dictar talleres y luchar por la justicia y los derechos humanos.
Benedetti, más allá de ser un escritor completo que dominó todos los géneros literarios y que abrió una gran puerta para la Literatura hispanoamericana y principalmente para el Uruguay, fue un gran intelectual que se comprometió con sus ideas, buenas o malas, pero suyas y marcó una coherencia modelo en su forma de ser: siempre el mismo romántico idealista, solidario con las causas comunes para el bien de todos.
Un modelo de persona que contrastó extremadamente con el prototipo común de ignorantes que hoy lo critican negativamente, los cuales no han hecho nada bueno y conocido, ni por la Patria, ni la familia, ni por su propia persona, pero igual critican sin saber siquiera leer una obra en su conjunto y además critican por la gratuidad del hecho o porque son vecinos y no admiten, no conciben, que el parecido, crezca como persona, se eleve como espíritu o triunfe en el Mundo.
Es verdad, no todos los que lo critican son ignorantes, algunos son intelectuales extremistas, que critican al militante, al político, porque era del otro bando o porque pensaba diferente, pero matan al artista, que con su arte conquistó territorios, colegas, personas de diferentes credos y filosofías y sobre todo movilizó universidades.
Algunos le quitan mérito artístico por tildarlo de escritor comprometido, como si existiera algún escritor que no fuera comprometido, todos son comprometidos de una forma u otra con sus ideales, con la Literatura, con la estética o con el vil metal, pero todos comprometidos.
Pero no todos los comprometidos han hecho un gran aporte a la Literatura como el Maestro Mario, que predicó su cosmovisión haciendo literatura, denunció injusticias haciendo Literatura, y murió y sus textos siguen hablando y sus discípulos siguen creando y todos en pos de la Literatura. Y cuando se equivocó, se equivocó porque construía y como hombre imperfecto buscaba la verdad caminando la vida y no engordando con la burguesía.
Un gran hombre que no creía en Dios, pero que fue más cristiano que tantos fariseos que endulzan catedrales con salmos envenenados o gritan igualdad y justicia disfrutando palacios manchados por la corrupción más vil y hereditaria.
Benedetti fue el auténtico caballero que lucho por la justicia con la pluma como espada y sus textos hoy son un arma pacífica que hace temblar a capitalistas usureros, a traidores vende Patria y a vikingos imperialistas.
Al fin y al cabo el Maestro deseaba el “gran abrazo universal”, ese que solamente se logrará con la verdad y la justicia para todos por igual.
Elevo una plegaria por Usted Gran Maestro!

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